Si un empleador o una organización laboral toma una acción adversa (como despedir, hostigar, degradar, o negarle beneficios o derechos) contra un individuo porque él o ella presentó una queja o denuncia por la violación de una ley en el trabajo, eso se considera una represalia.

Como trabajador agrícola, muchas leyes lo protegen de las represalias si usted hace un reclamo por una violación relacionada con su salario, con condiciones peligrosas de trabajo, con viviendas en mal estado, con su contrato H-2A, con no recibir lo que su empleador le prometió cuando usted fue reclutado, o con violaciones de una ley federal muy especial, llamada Ley de Protección de Trabajadores Migrantes y Temporales en la Agricultura.

Muchas veces pareciera que fuese mejor quedarse callado y no hacer un reclamo. Muchos trabajadores creen que su empleador va a tomar represalias en su contra si hacen un reclamo. La realidad es que es más seguro reclamar que quedarse callado. Si usted hace un reclamo, la ley le ofrece protecciones.

La ley de Carolina del Norte lo protege de represalias si usted hace un reclamo relacionado con su salario, la vivienda, condiciones peligrosas de trabajo, problemas con pesticidas, accidentes en el trabajo o enfermedades ocupacionales.

Si usted hace un reclamo—al empleador,  al Departamento del Trabajo de Carolina del Norte, o a la División para los Trabajadores Agrícolas – y su empleador toma represalias en su contra, él tendrá que pagarle una cantidad de dinero para recompensarlo por cualquier daño y también tendrá que pagar una multa.

La ley también protege a los trabajadores que le den información a un investigador que busca información sobre la condiciones de trabajo.

La ley Federal lo protege de represalias si usted hace un reclamo acerca del salario mínimo, las horas extras, su contrato H-2A, promesas no cumplidas, y otras violaciones de la Ley de Protección de Trabajadores Migrantes y Temporales en la Agricultura.

Estas leyes también lo protegen a usted si usted provee le información al Departamento del Trabajo de Estados Unidos cuando ellos están haciendo investigaciones.

Las leyes que rigen a los trabajadores H-2A también prohíben represalias por hablar con alguien que trabaja en  Ayuda Legal.

Estas leyes y reglas también requieren que su empleador le pague por cualquier daño que le cause por tomar represalias en su contra.

Los trabajadores que se quedan callados, que no reclaman,  o que no dicen la verdad a los oficiales del Departamento del Trabajo de los Estados Unidos durante una investigación, tienen menos protecciones en el caso de que su empleador decida despedirlos de su trabajo o de que les pida que no vuelvan. ¡Es mejor que usted mismo se defienda y que defienda sus derechos!

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